Nuria, los niños, Jesús y hasta la abuela viajan con las otras dos parejas a pasar unas vacaciones en Mallorca. Andrea y Guillermo son los anfitriones ideales pero desde el principio el comportamiento errático y un tanto zafio de Ramón y Vanesa supondrá motivo de estrés para Jesús. En su afán por imitarlos, Jesús intenta aplicar a su hijo la misma pedagogía que practican Adriana y Guillermo, pero Jesús no ha terminado de entender de qué se trata. El vino, las estrellas, la conversación sobre sexo y algún aliciente más consiguen animar a Jesús y por fin es capaz de proporcionarle a su mujer una noche de sexo inolvidable. Pero a la mañana siguiente se descubrirá una lastimosa metedura de pata de nuestros protagonistas que los llevará de vuelta a casa.